La famosa epicondilitis o codo de tenista es la pesadilla de cualquier aficionado a los deportes de raqueta, aunque no es exclusiva de éstos, ya que un amplio porcentaje de las personas que la padecen no practican deporte. En esta entrada voy a explicar someramente en qué consiste este problema y cómo evitarlo y tratarlo si es necesario.
En primer lugar debo decir que hoy en día parece más acertado hablar de epicondilalgia (dolor en el epicóndilo, que es un término mucho más amplio) que epicondilitis (que hace referencia a una inflamación).
El epicóndilo es una parte de un hueso, el húmero, que podemos localizar en la parte de fuera del codo. En esta parte tan pequeña del hueso se originan varios músculos, de los que la mayoría sirve para abrir la mano y estirar los dedos. Al ser una superficie tan pequeña para el origen de tantos músculos sufre una gran tensión cuando los usamos mucho y se resiente la zona. Esto sucede en los deportes de raqueta, cuando usamos mucho el destornillador y en muchas otras situaciones.
Pero que tengamos dolor en la zona del epicóndilo no significa que tengamos una epicondilitis. Es probable que el dolor provenga de un Síndrome de Dolor Miofascial, que ya expliqué en esta entrada, o un problema cervical por ejemplo. Probablemente porque esto no se tiene en cuenta, gran parte de los tratamientos para el problema fracasan. He tratado muchos pacientes diagnosticados de epicondilitis, muchos de los cuales habían sido tratados anteriormente sin éxito, y hemos resuelto el problema buscando el origen del dolor en otros sitios.
También hay casos en los que sí hay una alteración del epicóndilo, bien una inflamación o bien un proceso degenerativo. En mi opinión esto ocurre cuando no se puso solución al comienzo del problema y se permite que vaya a más. En estos casos no siempre conseguimos solucionar el problema con el tratamiento y los síntomas pueden mantenerse durante meses.
Hay una serie de pautas que podemos seguir para evitar que aparezca este problema tan desagradable. Si practicas deportes de raqueta en este enlace tienes unos consejos que pueden ser útiles.
Cuando el problema viene por otros motivos, como el uso del destornillador, por ejemplo, nos puede ayudar realizar estiramientos de los músculos extensores y flexores o utilizar una banda de neopreno de las que se ajustan al antebrazo en la zona cercana al codo. La visita al fisioterapeuta en las primeras fases del dolor es fundamental para evitar que la lesión sea crónica.
En cuanto al tratamiento, si cogemos el problema a tiempo, suelen ir bien los estiramientos, el masaje y la punción seca entre otros. Cuando la lesión ha ido a más y hay realmente una alteración en el epicóndilo, la electrolisis percutánea combinada con estiramientos, ejercicios excéntricos y reeducación muscular es posiblemente el tratamiento más eficaz.
El tratamiento con radiofrecuencia Indiba® da muy buenos resultados en cualquiera de los dos casos.
Como siempre, espero que os haya sido útil!!
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